Tras haber asistido por primera
vez de forma presencial a un seminario exclusivo de fútbol y sabiendo que son
entornos en los cuales yo no me muevo, sí que saco una serie de reflexiones que
no hacen más que reforzar la idea que me viene rondando desde hace tiempo en la
cabeza.
He podido asistir a las ponencias
de profesionales en equipos de elite e incluso alguno de ellos top en Europa.
Todos verdaderos analistas, gente con muchísima formación a nivel académico y
científico que manejan un sinfín de datos, números, variables, algoritmos…..Es
sorprendente como tienden a descomponerlo todo y analizar hasta el más mínimo
detalle. Te das cuenta que todos trabajan muy parecido, con los mismos medios
carísimos, con estructuras parecidas….he asistido a una desestructuración del
juego permanente, me han hablado mucho de datos y muy poco de algo que es lo
que considero fundamental, de jugadores y de la lógica interna que dispone este
juego.
Cuando estás ahí, te preguntas cómo
es posible que con tanta información del equipo propio y del equipo rival, a la
hora de disputar un partido, salgan unos ganando y otros perdiendo si con tanto
estudio el sentido común nos dice que deberían de empatar. Pues bien, porque
obviamos muchas veces que este deporte es caótico, que no se puede fraccionar
ni parcelar, es algo sistémico, que pertenece a quienes lo juegan, que los que
lo juegan hacen de él un deporte incierto y que los verdaderamente importantes
son ellos, los jugadores. Aquellos que tienen la capacidad de desequilibrar un
encuentro con una acción producto de lo aleatorio fruto de las interacciones
con los demás, seres sociales y complejos.
Esto no es más que una idea de un
don nadie que no tiene la verdad absoluta de nada, que no quiere generar
ninguna corriente de opinión más que una reflexión que aquí hago pública y
muchísimo menos dilipendiar un evento que me pareció maravilloso.
Lo que dices tienes mucha razón, los jugadores son los verdaderos artífices del asunto, pero creo que con tanto estudio, tantos datos tienes más facilidad para poder hacer daño al rival y esa información trasladada bien al jugador puede hacer que ese futbolista desequilibrante lo sea aún más.
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